viernes, 24 de abril de 2009

DECEPCIONANTE CORRIDA DE VICTORINO MARTÍN EN SEVILLA

-Morante bordó el toreo a la verónica pero evidenció carencias con la muleta.
-El Cid por encima de su lote dejó claro su solvencia con ésta ganaderia.

Por José A.Jiménez

Petardo ganadero de Victorino en La Maestranza. Dice la frase hecha taurina “el hombre dispone, Dios dispone y el toro descompone”. La corrida para empezar dejó mucho que desear con respecto a la presentación que no estuvo a la altura de un coso como el maestrante. Algunos eran “gatos” que no hubiesen llegado a la boca de riego en otras plazas de la que se hubiera montado en los tendidos. La expectación era de los dias grandes. Pero poco a poco la llama de la ilusión se fue apagando hasta quedarse a oscuras la plaza. Morante estuvo predispuesto pero evidenció con la muleta que no estaba en su contexto habitual. Sobre todo ante el tercero de la tarde, el único que se desplazó con cierta boyantía, el de la Puebla dejó claro que no es torero para éstas ganadería. Sin cruzarse y lo que es peor sin bajar la mano que es por donde se tragan los muletazo los albaserradas. Un querer y no poder. Un artista con un toro áspero y agrio. Un despropósito que se recordará cómo una gesta parecida a la de Paula y Limeño en Sanlúcar de Barrameda hace décadas con toros de Miura. Morante dejó para el recuerdo ante el quinto un ramillete de verónicas de las que se recuerdan por siempre. Fueron muchas. Unas limpias y otras no. Ganándole terreno hacia fuera con carreritas incluidas pero eso sí con la enjundia y sabor que imprime Jose Antonio a todo lo que hace. Por lo demás nada de nada. Morante que pasaportó al que abrió plaza sin pena ni gloria se afanó en agradar con el tercero. Tampoco es torero para estar justificándose. Prefiero ver a Morante abreviar con un macheteo torero marca de la casa y por la espada. En el cuarto hubo duelo de capotes. Morante salió por delantales y media a pies juntos a lo Paula como también era el vestido, (incluso coge el capote dejando caer la esclavina hacia abajo, muy de Rafael eso). El Cid replicó con verónicas echando el capote al hocico con torería añeja.
El Cid demostró una vez más ser licenciado en estos menesteres. El de Salteras es “Cum Laude” con los victorinos y quedó clara que su solvencia, colocación y sentido del temple. La imagen que resume la corrida fue la de Manuel Jesús en el que cerró plaza preso por las astas del toro en el albero maestrante. Se levantó con un fuerte pitonazo en el pecho que pudo ser letal y más tarde un golpe seco en la pierna lo dejó semi k.o. El Cid invicto en mil batallas con los de Victorinos se marchó desmadejado, impotente y cariacontecido por las circunstancias. Sus dos toros anteriores fueron de pena. Uno embistiendo sin querer y otro queriendo coger continuamente. En definitiva borrón para el de Galapagar que deshizo las expectativas puestas en una tarde que defraudó a todos.

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